Es una afección médica por la cual una persona tiene sudoración excesiva y de manera impredecible. Las personas con hiperhidrosis pueden sudar incluso cuando la temperatura está fresca o cuando están en reposo.
Causas de la sudoración excesiva
La sudoración ayuda al cuerpo a permanecer fresco y, en la mayoría de los casos, es perfectamente natural. Las personas sudan más en temperaturas cálidas, cuando hacen ejercicio o en respuesta a situaciones que las hacen poner nerviosas, furiosas, avergonzadas o temerosas.
Sin embargo, la sudoración excesiva ocurre sin que se presenten tales desencadenantes. Las personas con hiperhidrosis parecen tener glándulas sudoríparas bastante activas. La sudoración excesiva puede llevar a que se presente molestia significativa, tanto a nivel físico como emocional.
Cuando la sudoración excesiva afecta las manos, los pies y las axilas, se denomina hiperhidrosis primaria o focal y afecta del 2 al 3% de la población, aunque menos del 40% de los pacientes con dicha afección busca asesoría médica. En la mayoría de los casos de hiperhidrosis primaria, no se puede encontrar la causa, y es un padecimiento que parece darse en familias.
Si la sudoración ocurre como resultado de otra afección médica, se denomina hiperhidrosis secundaria. La sudoración excesiva puede darse en todo el cuerpo o puede estar localizada en un área. Las afecciones que causan hiperhidrosis secundaria abarcan:
- Acromegalia
- Condiciones de ansiedad
- Cáncer
- Síndrome carcinoide
- Ciertos medicamentos y sustancias adictivas
- Trastornos de control de la glucosa
- Cardiopatía
- Hipertiroidismo
- Enfermedad pulmonar
- Menopausia
- Enfermedad de Parkinson
- Feocromocitoma
- Lesión de la médula espinal
- Accidente cerebrovascular
- Tuberculosis u otras infecciones
Síntomas
El síntoma principal de la sudoración excesiva es la humedad.
Pruebas y exámenes
Los signos visibles de sudoración se pueden notar durante una visita al médico y se pueden utilizar igualmente muchas pruebas para diagnosticar la sudoración excesiva. Estas pruebas abarcan:
- Prueba de yodo-almidón. Se aplica una solución de yodo al área que presenta sudoración excesiva y, después de secarse, se esparce almidón sobre dicha área. La combinación de yodo y almidón hace que cualquier parte que presente exceso de sudor se torne de color azul oscuro.
- Prueba del papel. Se coloca un papel especial en el área afectada para absorber el sudor y luego se pesa. Cuanto más peso tenga, mayor cantidad de sudor se habrá acumulado.
A usted igualmente se le pueden pedir detalles acerca de la sudoración excesiva, tales como:
- Localización
- ¿Se presenta en la cara, las palmas de las manos o las axilas?
- ¿Se presenta en todo el cuerpo?
- Patrón de tiempo
- ¿Ocurre en la noche?
- ¿Comenzó súbitamente?
- Desencadenantes
- ¿Se presenta en respuesta a recordatorios de algo que a usted le perturba (como un hecho traumático)?
- ¿Qué otros síntomas tiene? Por ejemplo,
- Pérdida de peso
- Latidos cardíacos fuertes
- Manos frías y pegajosas
- Fiebre
- Inapetencia
Tratamiento
El tratamiento puede abarcar:
- Antitranspirantes: la sudoración excesiva se puede controlar con antitranspirantes fuertes, los cuales taponan los conductos sudoríparos. Los productos que contienen del 10 al 15% de hexahidrato de cloruro de aluminio son la primera línea de tratamiento para la sudoración excesiva. A algunos pacientes se les puede prescribir un producto que contenga dosis más altas de cloruro de aluminio, que se aplica en las noches en las áreas afectadas. Los antitranspirantes pueden causar irritación de la piel y las grandes dosis de cloruro de aluminio pueden estropear la ropa. Nota: los desodorantes no previenen la sudoración excesiva, pero ayudan a reducir el olor corporal.
- Medicamentos: los medicamentos anticolinérgicos, como el glucopirrolato (Robinul, Robinul-Forte), ayudan a prevenir la estimulación de las glándulas sudoríparas, pero, aunque son efectivos con algunos pacientes, estos medicamentos no han sido estudiados tan bien como otros tratamientos. Los efectos secundarios son, entre otros: boca reseca, mareo y problemas con la micción. Los betabloqueadores o las benzodiazepinas pueden ayudar a reducir la sudoración excesiva relacionada con el estrés.
- Iontoforesis: este procedimiento aprobado por la FDA utiliza electricidad para cerrar temporalmente la glándula sudorípara y es más efectivo para la sudoración excesiva de las manos y de los pies. Las manos y los pies se meten en agua y luego se pasa una corriente eléctrica suave a través de ésta. La electricidad se incrementa gradualmente hasta que el paciente sienta una ligera sensación de hormigueo. La terapia dura aproximadamente de 10 a 20 minutos y requiere varias sesiones. Los efectos secundarios, aunque son poco comunes, abarcan ampollas y agrietamiento de la piel.
- Botox: la toxina botulínica tipo A (Botox) está aprobada por la FDA para el tratamiento de la sudoración excesiva en las axilas, una afección llamada hiperhidrosis axilar primaria. Pequeñas dosis de toxina botulínica purificada inyectadas debajo del brazo bloquean temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. Los efectos secundarios incluyen dolor en el sitio de la inyección y síntomas similares a la gripe. Si se está pensando en aplicarse Botox en otras áreas de sudoración excesiva, se recomienda hablar con el médico en detalle. El Botox utilizado para el sudor en las palmas de las manos puede causar debilidad leve pero temporal e intenso dolor.
- Simpatectomía torácica endoscópica (STE): en casos graves de sudoración, se puede recomendar un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, llamado simpatectomía, cuando otros tratamientos fallan. Este procedimiento cierra la señal que le ordena al cuerpo sudar excesivamente y, por lo general, se lleva a cabo en pacientes cuyas palmas de las manos sudan mucho más copiosamente de lo normal. También se puede utilizar para tratar la sudoración excesiva de la cara. La STE no funciona igual de bien para aquellas personas con sudoración excesiva en las axilas.
Pronóstico
Cloruro de aluminio: es posible que inicialmente el paciente necesite utilizarlo de tres a siete veces a la semana, pero después de normalizarse la sudoración excesiva, es probable que la persona necesite usarlo únicamente una vez cada una a tres semanas. Si la irritación de la piel es un problema, un médico puede prescribir temporalmente una crema a base de esteroides.
Botox: la inflamación desaparece en unas cuantas semanas. El efecto de una sola inyección puede durar hasta unos cuantos meses y algunos pacientes necesitan inyecciones adicionales.
Iontoforesis: la sudoración se puede reducir después de 6 a 10 sesiones. Después de eso, la persona puede necesitar tratamiento una vez cada una a cuatro semanas.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si usted presenta:
- sudoración excesiva prolongada e inexplicable.
- sudoración excesiva acompañada o seguida de dolor o presión en el pecho.
- sudoración excesiva con pérdida de peso.
- sudoración excesiva que se presenta con más frecuencia durante el sueño.
- sudoración excesiva acompañada de fiebre, pérdida de peso, dolor torácico, dificultad para respirar o latidos cardíacos rápidos y fuertes. Estos síntomas pueden ser un signo de una enfermedad subyacente, como hipertiroidismo.